La portada de la antología Encerrar y vigilar/Escrituras bajo amenaza, da cuenta de un estrecho espacio que da lugar a un cuerpo sometido y deviene una especie de síndrome de Diógenes a los que nos ha obligado la tecnología. Nuestra existencia se
La po-ética, es por ello un saber que brota de la vida, y un saber que no puede desligarse de su dimensión agonista. En esto, poesía y revuelta resultan completamente solidarias, coextensivas, puesto que comparten su inclinación por el éxtasis de lo