El habitar de lo viviente se estabiliza a partir de la dinámica de su puesta en juego tecnológica. En el caso de la humanidad occidental, tal tecnología en lo que se refiere a las formas de subjetivación ha pasado por la teología
Las elecciones del domingo pasado nos dan a pensar aquello que los análisis televisivos no están prestos a reconocer: que estamos a merced de una subjetivación y que no sabemos en qué consiste este poder, y así es que cuando nos preparamos
Para eso estamos y estaremos desde ahora dispuestos los filósofos, supongo. Confiaremos, entonces, en que, como dijo el poeta Hölderlin, “donde hay peligro, crece también lo que nos salva”. A todo ello y mucho más nos convoca la celebración de este nuevo