Los altavoces que antes gritaban en cárceles o campos no dejan de resultar atronadores hoy desde el silencio de las pantallas e irrumpen con la misma violencia en la intimidad de todos proclamando el estado de alerta primero, y ahora, la vuelta
Algo se está moviendo. Quizás porque, con las escuelas abiertas, la violencia del pase sanitario resulta más evidente; o porque las concentraciones de las plazas de los sábados continúan y, poco a poco, van encontrando una dirección; o por el efecto epistemológico
La cuestión de la comunidad parece destinada a una errancia sin fin, ordenada a errar sin una dirección determinada ni un lugar de llegada conocido o predecible. La comunidad siempre está viniendo. Cifra su sentido en la venida, en el advenimiento mismo.
Como nunca antes vivimos un momento de máxima incertidumbre. Incluso se podría decir que la incerteza se ha convertido en una suerte de estado permanente que afecta de lleno nuestras ideas y sensaciones. Actuamos sin saber qué esperar, ya no solo del